Miro el reloj que va devorando las horas que quedan a un paso constante, que por momentos parecen interminables…vamos! que he estado aquí por más de cuatro años, no me puedo quejar, es como si el espacio se encasillara por un estado físico...
Hoy es tiempo de cerrar un ciclo, hoy es el día del cambio que poco a poco nutre mis sueños y me mantienen despierta.
Todo empieza con una serie de retos y siempre con la sorpresa de que sí sabemos y podemos hacer las cosas, la cosa es sólo perderle el miedo y a jugar un poco con el "que pasaría si..."
Y quién iba a pensar que entre hablar de todo y acordarse de absolutamente nada, resalta el hecho de que en realidad nunca nadie estuvo más dormido dentro del mundo de los despiertos que los protagonistas de este pequeño cuento.