No me quejo, claro, porque al menos estoy viendo cambios, pero es cierto que para el resto de necesidades ando justa.
Pero bueno, era domingo, hacía sol, paseaba…y sin música!! y caí en la tentación,más bien no elegí la adquisición, sino que creo que fuí elegida por ella. Lo ví, y me enamoré de él... y él de mí, casi podía escucharlo diciendome: compráme, compráme!...Así que, no tuve más remedio que llevárlo...por primera vez en mi vida utilicé dinero plástico(yo que tanto odio los créditos)
Por la tarde, camino a casa, iba feliz...entonces me pregunté, cómo es que algo material puede sustituir un afecto,de alguna manera que desconozco, me sentí contenta,y acompañada...así descubrí que soy adicta a la música, me encanta como todo se transforma cuando camino con ella en la calle...
